Una de las principales razones por las que las frutas secas son muy recomendables como alimento es que tienen un alto valor nutritivo, ya que al desecarse, pierden el agua y buena parte de la vitamina A y la vitamina C, pero el resto de sus nutrientes quedan intactos.
Algunos incluso aumentan su composición, como el azúcar. Ejemplo de ello son los higos, muy ricos en glucosa, fructosa y sacarosa, pasan de una concentración de18 gramos de azúcar por cada 100 gramos de producto, a aportar más de 60 gramos por la misma cantidad de alimento.
Y todo ello sin sufrir perdidas de minerales, proteínas o vitaminas del grupo B. A pesar de ello, no aportan calorías en exceso al cuerpo humano. Una ración de 50 gramos de esta fruta contiene, aproximadamente, 150 kilocalorías y 30 gramos de azúcar. Pero hay que tener en cuenta que no poseen grasa alguna.
Sin embargo, sí hay algo con lo que se debe tener especial cuidado, ya que ese alto contenido en azúcar puede resultar muy nocivo para las encías y los dientes, zonas a las que se adhiere con facilidad y da más tiempo para que las bacterias fabriquen el corrosivo ácido que se forma en el esmalte.
martes, 6 de octubre de 2009
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