martes, 6 de octubre de 2009

Frutas desecadas: un bocado lleno de virtudes nutricionales.


Son estupendas para la salud. Las frutas desecadas te permiten cuidar tu salud y disfrutar del dulce sabor de la naturaleza.
Durante la desecación de la fruta fresca, su contenido en agua se reduce, lo que da lugar a la concentración de nutrientes, imprescindibles en nuestra dieta diaria. Las ciruelas son una fuente de riqueza para nuestra salud, proceden del Tuquestán, fueron introducidas en Italia en tiempos de Catón (149 a.d. C.) y pronto se extendió por toda Europa. Poseen además de potasio y magnesio, una elevada cantidad de hierro y vitamina B, aunque destaca sobretodo por su riqueza en fibra, que resulta muy eficaz para luchar contra el estreñimiento.
Generoso en proteínas, grasas e hidratos de carbono es el coco, este fruto es indispensable en la existencia cotidiana de millones de habitantes en los trópico, puedes la pulpa del coco desecada, lavada, pasteurizada, blanqueada y desmenuzada. El dátil es excelente para los huesos y para prevenir la osteoporosis. Es muy energético, posee mucho calcio, hierro y vitamina C.
Durante el invierno se consumen bastante los higos en estado seco, ya que facilita su conservación. En su reducido volumen es muy nutritivo, fácil de digerir, de un sabor agradable y también es muy rico en fibra.
Orejones es el nombre con el se conocen comúnmente a los albaricoques secos. Es un interesante alimento para la piel ya que aporta una gran cantidad de pro vitamina A, además de hierro, cobre, potasio y magnesio, componentes que resultan de gran utilidad para el trabajo muscular y la buena recuperación, reclamo suficiente para que los deportistas lo empleen como colación. Las pasas, contienen excelentes azúcares, su consumo es muy beneficioso para el hígado, aportan una buena dosis de calcio, y su ingesta es recomendable tanto para los niños como para las embarazadas.
Son muchos los motivos que avalan la presencia de las frutas desecadas en nuestra dieta, no te olvides que Borges posee una estupenda selección de estos productos que no deben faltar en tu alimentación diaria.
Las frutas secas no sólo prolongan el sabor del verano sino que nos proporcionan un dulzor diferente. La desecación o deshidratación a la que son sometidas algunas frutas frescas es una operación destinada a reducir al máximo el contenido de agua en la constitución de la fruta, con el fin de paralizar la acción de los gérmenes que necesitan humedad para vivir. Para lograr este propósito, se recurre al calor natural (exposición al sol) o bien al artificial (combustión de leña o de carbón, gas o electricidad).

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